San Martín de Porres

sanmartin1 Sencillez, alegría, caridad, humildad

Martín de Porres nos muestra a JESÚS con su vida.
El amor por los más necesitados, la caridad siempre lo anima.
Un corazón pendiente de los débiles y enfermos, no hay para él enfer¬medad contagiosa ni llaga repugnante.
En todas las tareas que le encomiendan: portero, barrendero, enfermero, barbero, limpiador de letrinas, jardinero, horticultor y otras más, está siempre ágil, cuidadoso, atento y fraterno. El primero en levantarse y el último en acostarse.
Con la sencillez y la alegría de un niño propicia la armonía en las interacciones.
Un espíritu humilde de profunda oración que nos inspira a amar a Dios, a poner en Dios toda nuestra confianza y a ser buenos cristianos.